Se garantiza mediante tres tipos de fianzas, las cuales se pueden
subdividir en 3 rubros principales, que son las obligaciones
procesales, la posible reparación del daño y la posible sanción
pecuniaria.
A continuación se enuncian sus conceptos: Las Obligaciones
Procesales: garantiza las presentaciones de la persona que está
siendo sometida a juicio ante la autoridad judicial, durante todo
el proceso penal.
La Sanción Pecuniaria: garantiza ante la autoridad judicial el
posible pago de la multa o multas a las que se haga acreedora la
persona contra la cual se lleva el proceso judicial penal por lo
que el cobro de esta fianza debe ser hasta que se dicte la
sentencia definitiva que condene al fiado al pago de esta
obligación.
La Reparación del Daño: garantiza el posible pago de los daños que
el inculpado le haya ocasionado al ofendido o a los ofendidos por
el delito o delitos que se le imputan, y que sean acreditados y
cuantificados dentro del proceso penal. Esta deberá hacerse
efectiva al emitirse la sentencia definitiva que condena al fiado
al pago de los mismos.